Llevo utilizando Ubuntu desde hace algo más de un año en la versión desktop para mi portatil y desde hace poco que tomamos en serio la versión Server de esta distribución. Pero después de lo que leí en una página publicada por Jordi Mas, un activista en la comunidad opensource catalana, coordinador del proyecto Softcatalà, en donde denunciaba la falta de colaboración por parte del proyecto Ubuntu en la traducción de aplicaciones.
Al parecer todas las traducciones aportadas por los usuarios para internacionalizar las aplicaciones de la distribución no son agregadas a las traducciones oficiales, duplicando así el trabajo realizado. Esto no encaja con la imagen social y colaborativa que presenta Ubuntu, por lo visto aprovecha las aportaciones de la comunidad opensource pero no participa en ella. Estoy seguro que varios de los colaboradores y creadores de Ubuntu participan de forma activa en proyectos Open Source pero al no contribuir con las traducciones desde su distribución parece que Ubuntu quiera aprovecharse de la buena fe de los usuarios.
De todos modos por el momento seguiré utilizando la versión Desktop y seguiré apoyando su uso para servidores, pero esto me deja con ciertas dudas para apoyarlo en futuras ocasiones si sigue leyendo por ahí su falta de participación.
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